
"Este es el comienzo de una exploración..." - Frank Gehry
Frank Gehry
Frank Gehry, el arquitecto más célebre de la actualidad, ha cambiado por sí solo las ideas convencionales sobre la arquitectura.
Frank Gehry nació en Toronto en 1929 y se mudó con su familia a Los Ángeles cuando tenía 17 años. Estudió planificación urbana en la Escuela de Diseño de la Universidad de Harvard después de asistir a la Universidad del Sur de California.

Como modernista inspirado en Alvar Aalto, siempre se ha centrado en cómo "humanizar" un edificio. Su respuesta: mediante el uso inventivo de los materiales.
En su planteamiento, siempre ha sido más un artista que un arquitecto tradicional. Al igual que los pintores contemporáneos Robert Rauschenberg y Jasper Johns, creó belleza mediante la yuxtaposición de materiales ordinarios.
Sus primeros edificios incorporaban chapa ondulada y vallas de alambre. Fabricaba sus primeros muebles a partir de rollos de cartón inspirados en los descartes de maquetas arquitectónicas. A los críticos no les gustaban sus edificios porque no eran clásicos, tenían colores extraños y eran excesivamente grandes. Al principio no consiguió muchos trabajos.

Pero Gehry no se inmutó. “Hay que liberarse de todas las reglas para dejar que las ideas surjan”. En 1962, Gehry inició su propio estudio. Sus ideas dieron lugar a algunos de los edificios más asombrosos y creativos del mundo.
Gehry se hizo famoso en 1997 con el Museo Guggenheim de Bilbao , conocido por sus singulares curvas revestidas de titanio. Sus obras anteriores, como el Vitra Design Museum , también ganaron reconocimiento por su diseño innovador. El Disney Concert Hall de Los Ángeles fue un gran éxito en 2004. Sus brillantes velas de acero inoxidable brillaban al sol.
El método de creación de Gehry es increíblemente táctil. Siempre ha tenido predilección por el trabajo manual y recuerda que algunos de los momentos más alegres de su infancia los pasó jugando con juguetes de construcción. Su habilidad en una clase de cerámica durante la universidad impulsó a un profesor a sugerirle que se dedicara a la arquitectura. A pesar de la prevalencia de la tecnología en la actualidad, Gehry todavía depende del papel, la tinta y las tijeras para dar vida a sus diseños.

En primer lugar, debe comprender a la perfección las instrucciones de su cliente y la ubicación y el propósito del edificio. Cree que cuanta más información tenga, más libertad creativa tendrá.
A continuación, garabatea bocetos conceptuales sueltos. Trabaja con su equipo para hacer modelos de diferentes tamaños cortando, doblando, arrugando, aplastando y pegando materiales. Cuando le gusta un modelo, lo escanea y lo introduce en un programa informático que crea planos arquitectónicos.
La visión única de Frank Gehry le ha valido numerosos honores, entre ellos el Premio Pritzker de Arquitectura de 1989 , la Medalla Nacional de las Artes de 1998 y la Medalla de Oro del Instituto Americano de Arquitectos de 1999.
Con su visión original y controvertida, continúa tomando riesgos creativos y trascendiendo los límites de la arquitectura.